Un borracho y un propósito...

Hola. 

El otro día de fiesta en mi pueblo me vino a hablar un señor.

Le llamó la atención la camiseta que llevaba.

 

Era el típico cuñao, cuñao de bar Paco.

Cuñao de preguntarte por cómo van las novias en la cena de Navidad. 

 

Pues eso, nos pusimos a hablar sobre un tema.

La libertad de expresión.

Algo básico en estos tiempos ¿no?. Cualquiera puede expresarse libremente.

Eso dicen.

Pero claro, ¿hasta qué punto es cierto?

 

Estamos en la época de la libertad de expresión y en la época de ofendernos por todo.

Cualquier cosa ofende.

Es ridículo. Ya no podemos hacer bromas.

Ya no podemos hacer humor. 

Porque igual el de al lado se enfada. 

 

Hablando, encontramos 2 soluciones.

La primera es hacer un golpe de Estado.

Pero la descartamos por lo siguiente:

No tenemos contactos en el ejército.

Y bueno, Pedrito igual se enfada.

Eso nos gusta, pero no tenemos contactos en el ejército.

 

Por lo que quedaba la segunda opción.

Crear un movimiento que reivindicase la libertad de expresión. 

El humor. El cuñadismo. 

Nos gustó mucho esta opción.

 

Pensamos en vender algo que te acompañara durante todo el día. 

Y como me vino a hablar por la cami que llevaba decidimos crear una marca de ropa.

Así nació Cuñaos&Co. 

De fiesta, con un cuñao y con un propósito.

Recuperar lo que es nuestro.

No hablo de Gibraltar, que también es nuestro. 

Hablo de los chistes. El humor. El show en la cena de Navidad.

 

Así que compra una cami.

O dos. O cinco.

Y si no te molan.

Sigue siendo un cuñao. Eso es lo importante.